miércoles, 23 de marzo de 2011

...Y te lleve donde la pasión se vuelve fuego, donde nuestros cuerpos pudieran sentirse libres, un beso, una canción, daban el comienzo para el juego de seducción, desnude cada parte de tu mente liberando tus inhibiciones, liberando tus dudas ante mis propias intenciones, cada beso de mis labios te hacia temblar de emoción, cada cari...cia de mis dedos te hacia vibrar de pasión, te tomé en mis brazos, te recosté en la cama, y aun teniéndote allí desnuda con tu glorioso cuerpo al descubierto, mi mirada no podía dejar de mirar tus ojos, estaba hipnotizado, y tu solo me mirabas buscando descifrar mis pensamientos, buscando alguna señal que delatara que sentía en esos momentos, pero era imposible que lo hicieras, solo quería memorizar aquella imagen en mi mente, quería mantenerte allí para siempre, y aún cuando nuestra pasión comenzó a volvernos salvajes, nuestros movimientos eran controlados suavemente por el deseo, piel con piel, labios con labios, sexo con sexo, fundidos por completos en un mágico momento y nuestro sudor nos refrescaba, nuestra temperatura se aceleraba y nos convertimos en bestias salvajes llevadas solo por nuestro instinto puro, dos cazadores queriendo ser la presa del otro, y nos dejamos devorar, tu mi carne y yo tus partes intimas y exuberantes, ya no habían reglas en esa habitación, solo una llama ardiente con forma de corazón, cada gemido era el llamado de la vida al placer mismo de lo sentimientos, hechos dulce orgasmos que se repetían una y otra vez como latidos en el silencio, y regué por todo tu cuerpo mi esencia, la cual me pedías para calmar tu sed, esa misma sed que te provocaba aquel calor interno que te dejaba sin aliento, luego un beso, y mi mirada siguió aferrada a tus ojos, memorizando aquel encuentro en mi mente, en mi corazón...
Ahora es lo único que de ti tengo y que me queda en este momento…

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