jueves, 2 de junio de 2011

No recuerdo la primera vez que pensé en besarte, fue sólo una idea fugaz que cruzó mi mente, pero sólo fue eso, la primera.
Una vez tras otra la idea aparecía en mi cabeza, y a veces no sólo como una idea, sino como un fuerte deseo. Quería abrazarte contra mí y fundirme contigo, pero jamás lo creí posible. Era como ese sueño inaccesible que debes contentarte sólo con soñar, como ese amor imposible que nunca podrás tener, pero, bien sueño, bien amor, me valía con que existiese, pues me hacía sentirme bien, divertida, en ocasiones llegaba a avergonzarme de mis pensamientos tanto que los colores poblaban mi rostro.
Pero el otro día, un rayo de esperanza iluminó mi deseo, descubrir lo que habías escondido en tu corazón y tu mente tanto tiempo, me hacía temblar de emoción, me hacía estremecerme, y casi no podía escribirte en mi ordenador. Si te hubiese tenido allí, no habría podido resistir el no pegarme a ti hasta quedarme sin aliento. Lo que había deseado y temido a la vez, ¡se estaba haciendo realidad! También habías pensado besarme, también querías hacerlo, y no podía creerlo. Dejé que hablaras, dejé que te confesaras conmigo, que sacases todo aquello que te agobiaba, y luego, fue mi turno. El corazón quería salírseme del pecho, apenas atinaba a escribir, y las lágrimas empañaban tanto mis ojos que casi no podía ver la pantalla. Sólo el ordenador me unía a ti, y, precisamente, era lo que me separaba de tu lado.
Ese día, viví en una nube, sólo pensaba en ti, en cómo sería besarte. Recordaba momentos a tu lado, tus ojos, tus sonrisas, tus bromas… sólo quería verte, pero tú no estabas.
La noche siguiente acortó un poco el hilo que unía mi nube a la tierra. Existía un fantasma en tu vida que se interponía ante mí. Tus continuas comparaciones con ella, tus recuerdos, tu idolatración por aquel momento, ponían una barrera entre tú y yo.
Pero no importa, creo que podría romperla y acercarme del todo a ti, tocarte sin que me rechaces por miedo a lo que sientes, mirarte sin que te dé vergüenza que sepa lo que esconde tu corazón, hablarte en susurros al alma compartiendo los sueños, besarte sin tener que preguntar primero. Eso es lo que deseo ahora, lo que he deseado sin saberlo más tiempo del que creí. Sé que tienes miedo, y mentiría si dijese que yo no. No sé qué puede ocurrirme mañana y, ante todo, sé que no quiero herirte, pero no puedo evitar desear besarte pese a todo. Lo que siento por ti me empuja sin control hacia delante, a tratar de vencer el miedo, a olvidar el mundo que nos rodea, a crear un instante en el que sólo existamos tú y yo y alargar ese instante eternamente.
Quizá son castillos en el aire, pero hace tres días que nos confesamos y sólo puedo pensar en ti, en cómo será la primera vez que pruebe tus labios, en dónde sentiré tu calor mientras nos abrazamos, en cuál será la excusa que haga posible este sueño.
No puedo evitarlo, en cada clase te tengo en mi cabeza, cuando voy en metro o en bus no puedo leer porque no me dejas, estoy hablando con alguien y, de repente, esa sonrisa de “estúpida feliz” aparece en mi cara. Sólo han pasado tres días y toda mi cabeza gira en torno a ti, no puedo evitar nombrarte a la menor ocasión, releer nuestras conversaciones una y otra vez, el cuento que me mandaste, cuyo final desearía que fuese el nuestro.
Sé que no sería fácil, pero eso no me importa; sé que en unos meses te marcharás y un año se interpondrá entre tú y yo, pero no me importa; sé que tienes miedo, pero no me importa; sé que sigue existiendo un fantasma, pero no me importa… No sé si lo entiendes, pero no me importa nada que no sea lo que siento por ti y lo que puedas sentir tú por mí. ¿Qué es? No me atrevo si quiera a imaginarlo, sólo sé que me está haciendo extrañarte como a nadie, que sé que estás a dos horas, pero me parecen dos años; que me hace latir el corazón tan acelerado cuando pienso en ti que sólo puedo oírlo a él; que me hace temblar como un flan aunque aparente serenidad al mundo; que me hace temer besarte una vez porque no sé si sabré parar después.

No entiendo qué ocurre, ni porqué, sólo sé que te has metido en mi vida y no quiero que salgas porque te quiero.

jueves, 14 de abril de 2011

Quiero que me abraces,quiero sentir tu voz cuando me hablas,quiero sentirme segura necesito tu abrazo,necesito ese amor tuyo ese amor nuestro. 
Quiero no llorar cuando te pienso quiero no mirarte en una fotografía quiero sentir tu aroma,tu aliento,quiero no necesitarte mas en la distancia. 
Quiero ser feliz,quiero sentirme plena cuando estoy contigo. 
Quiero no mirar mas a través de mi ventana,y ver solo mi propio rostro quiero amor que tu estés al otro lado del ventanal y sentirme amada dentro de esta cruel soledad. 
Yo no quiero estar mas sola,quiero estar contigo,atreverme a mirarte a no tener miedo de un mañana incierto,prefiero eso que vivir este destino de amor y desconsuelo.
Quiero sentirme amada,no rechazada,quiero entrar, en tu vida ,darte todo este amor que tengo sin medidas,quiero permanecer y pertenecer,con todas nuestras buenas y malas adtitudes,porque es así como nos queremos tu y yo. 
Quiero ser lo mejor que te haya sucedido en la vida,necesito abrazarte,muero por ese abrazo lo necesito,amor mío para saber que aun sigo viva. 
Quiero que me ames para toda la vida,como solo tu puedes hacerlo,mi dulce regalo del cielo.

miércoles, 13 de abril de 2011

Noche de lluvia, caen gotas incesantes sobre el tejado, el sueño se ha ido, sabia que esa noche le pertenecía a mis pensamientos decidió, por esa noche alejarse en silencio, cada gota golpeaba mi mente, el susurro de la lluvia trae a mi mente, anhelos y derrotas, estas pensado en mi, existes realmente en mi corazón o tan solo es una bonita forma de engañar a este solitario corazón, lluvia que enfría en alma, calma el dolor de los amores imposibles, cada gota que cae sobre el tejado hace ruido despierta la soledad que me acompaña en esta habitación, mis ojos no ven mas que sombras, en la oscuridad de esa noche de lluvia, deseo que estuvieras a mi lado estar abrazado a ti, mi cuerpo descanse junto al tuyo sentir tus latidos tu respiración, deseaba descasar mis sueños anhelos y derrotas en tus brazos.

Lluvia que cae sobre el tejado, como la sombras en mí ser pensamientos vagos de noches inciertas que eres la creación de un ser cruel despiadado y dulce, que desea hundirme aun mas en mis sombras, encerrarme en cuatro paredes, que mi corazón salgan las palabras mas dulces, bellas que enamoren a esas almas solitarias, mientras me encuentro encerrado en mis pensamientos, estoy errante sin camino, lluvia fría como este ser, existo no lo se, soy en tu vida como el agua que cae desde el cielo la ves la sientes la puedes tocar, pero se esfuma en la tierra sin dejar huellas ese será mi destino, no se, me escapo a mi mundo irreal el susurro de la lluvia me lleva a este lugar sueños los puedo tocar estas ahí puedo sentir tu piel, sentir tu amor tu sonrisa ilumina toda esta oscuridad, aleja el silencio de esta triste habitación, cae la lluvia sobre el tejado, espantando mi sueño me susurra la lluvia al oído que eres, estas perdido en tu propio mundo, piensas sueñas deseos en medio de esta noche de lluvia, sueña sigue soñando cae en lo mas profundo de tus mismos sueños.

Lluvia cae gota a gota cada una lleva recuerdos vacios de mentiras piadosas de mi corazón, quien no le miente al corazón para vivir una ilusión pasajera, pensamientos van y vienen cuando el amor es tan solo una ilusión que alegra al corazón, como saber cuando es real cuando no lo es, lluvia caes en medio de la noche traes consigo recuerdos, revives sentimientos avivas en las almas tristes ilusiones perdidas.

Esta noche de lluvia deseo sacarte de ese mundo irreal que invente, tenerte en mi brazos descansar junto a ti escuchar esta noche la lluvia, que susurre a nuestros oídos descansen mañana será un hermoso día estarán juntos ahora son uno solo.

Noches como esta, el silencio de la noche se apodera de mi habitación, de mi mente, pensamientos, cesa la lluvia después de pensamientos febriles, todo continua igual, salte de mi mente, de mis sueños profundos toma mi mano, dame un beso bajo esta lluvia.

lunes, 11 de abril de 2011

Caricias

La habitación está iluminada sólo por la Luna. Duermes y estoy a tu lado. Acaricio tu pelo, mientras poso tus labios sobre los tuyos y recorro con mis dedos las facciones de tu rostro, aún tú... duermes.

¿Qué sueñas? Quisiera saberlo, pero te miro dormir y pareciera que por la expresión de tu rostro lo adivinara.

Tus ojos, aún cerrados, parecen abrir la puerta a la fantasía, a un mundo de sueños en donde te apoderas de todo. Tú sueñas con amor, pues tus labios se sonríen levemente y tu sonrisa carmín enciende tu faz. Sueñas y yo... acaricio tu pelo.

Mis labios poseídos por el deseo incontenible de besarte, se posan suavemente en tus labios para que no despiertes.

Sin embargo, abres los ojos, parecen dos luceros que brillan en la inmensa noche. Tu mirada seductora penetra hondamente en los míos. Me estremezco y tú lo percibes.

Me besas tímidamente y me estrechas fuertemente como para encadenarme a tu cuerpo y tener la seguridad de que no escaparé de tus brazos. Recorres con tus manos cada rincón de mi cuerpo y yo sólo me limito a... acariciar tu pelo.

Tomas mis manos entre la tuyas y las guías por todo tu ser, navegan nuestras manos por todo tu ser. Mis labios abrasadores besan tu rostro, inquieto y apacible simultáneamente, cubriendo con un beso cada una de tus facciones. Miro tus ojos que incineran mi corazón y tus labios tan sensuales son sorprendidos por un beso profundo de los míos.

Continúo por tu cuello; besándolo, mordiéndolo, una y otra vez, te siento excitado y eso me estremece.

Anclo en tu pecho, con mi cara acaricio lentamente tu pecho; lo beso avanzando, casi imperceptiblemente, hasta tu ombligo, me detengo pudorosa; pero, a pesar de ello, introduzco uno de mis dedos en él, palpándolo muy despacio.

Escalan mis manos por tu pecho y se posan sobre tus hombros fuertes que han sido debilitados por ellas, bajan, pausadamente, por tus brazos para encontrar tus dedos y entrelazarlos con los míos. Cierras los ojos y... me besas.

Mis dedos caminan por tu cuerpo, una zona enteramente desconocida e infinita, pero vuelo repentinamente a tu rostro, con mis dedos anulares recorro todas las facciones de tu rostro, pero mis dedos... tiemblan al tocarte.

Acaricio cada uno de tus párpados y las pestañas que protegen tus hermosos ojos. Naufrago por el río de tu nariz que conduce al mar de tu boca.

Tu nariz es el puente entre mis dedos y tu dulce sabor. Beso sólo tus labios, despacio, muy despacio, miro tus ojos cándidos y mis manos aún temblorosas acarician... tu pelo.

Me recuesto sobre tu pecho desnudo y siento el calor de tu cuerpo; puedo percibir el acelerado latir que marca el ritmo de tu corazón. Besos suaves van palpando tu pecho ansiosa de tenerte y con mis manos voy señalando el camino que he de seguir con mis labios.

Mis piernas rozan las tuyas con cierta timidez. Ascienden y descienden acariciándote. Se sienten cálidas y envolventes, abrasadoras. Tomas mis manos y las llevas por los senderos de tus muslos hasta tu masculinidad y allí... me detengo a beber su néctar.

Acaricias lentamente mis piernas. Tus manos grandes, suaves, cálidas, apasionadas, me estremecen hasta el punto de la desesperación. Tus labios ardientes besan poco a poco mis piernas hasta llegar a mi vientre.

Me acaricias con tus labios, intentan morderme. Me desespero y eso te fascina. Tomas mis senos frágilmente con tus dedos, los besas, los presionas contra tu pecho. Me besas con una pasión incontenible.

Tus manos cabalgan por mis colinas aún no perturbadas, acaricias mi espalda entre las sábanas y tus dedos la puntean, excitándome aún más. Tus dedos se entrelazan con mi pelo y éste se revuelve por el movimiento sensual de nuestros cuerpos.

Ha llegado el momento de entregarnos completamente, el instante en que serás mío y seré tuya, en cuerpo y alma, seré tuya.

Me posees y unimos nuestros cuerpos fundiendo nuestros corazones a un mismo compás, se aceleran. Cierro... los ojos... muerdo tus hombros... te abrazo con fuerza.

El néctar que emana de ti se confunde con el mío en la explosión de un orgasmo y penetra violentamente por el sendero del placer infinito... En el ocaso de la noche, nos entregamos el alma, el cuerpo, el ser.

Nuestros cuerpos siguen desnudos y tibios sobre la cama revuelta y húmeda.

Estás a mi lado. Se apaciguan los latidos de tu corazón y del mío, estamos tendidos sobre las sábanas que se enfrían lentamente mientras transcurre la noche llevándose a luz de la Luna que ha sido cómplice.

Te observo dormir, esta vez desnudo junto a mí, exhausto, apacible. En tu rostro, se refleja la serenidad de tu alma. Tu cuerpo me parece más hermoso después de tenerte. Te siento tan mío, tan vulnerable a mis besos y caricias; sin embargo, sólo quiero... acariciar tu pelo.

martes, 5 de abril de 2011

Dejame ser la montura,de tus deseos
cabalga sobre mi,recorta las distancias
que separan nuestros cuerpos
da rienda suelta,sin frenar nuestras ansias.
Cabalga sobre mi,mi bella amazona
...
...deja que este corazón se desboque
apretado a tu pecho,
sientelo,siente como no te abandona
Cabalga...despacio
al trote...disfruta del contacto
ya iniciaremos nuestro galope
recorriendo nuestros cuerpos
juntando nuestra piel
uniéndonos en un solo ser.
Cabalga sobre mi,
recorre mis sueños,
alejate del tiempo,
acercate a nuestro deseo
en esta vasta pradera de sentimientos.
Ven...cabalga sobre mi
dejame ser tu montura
agarrate fuerte,a mi sentir
vamos a disfrutar de nuestra locura

Ha empezado todo,
era tu capricho
yo no me fiaba
era solo sexo
mas quise el sexo una actitud
como el arte en general
así lo he comprendido,
estoy aquí.
escuchame si trato de insistir
aguanta soportándome,
mas te amo, te amo, te amo.
Soy pesado, me santiguo, mas te amo
perdona si te amo y si nos encontramos
hace un mes o poco más.
perdona si no hablo bajo, si no lo grito, muero
te he dicho ya que te amoooooo...
Perdona si me rio por mi desasosiego
te miro fiejo y tiemblo.
sólo con tenerte al lado y sentirme entre tus brazos
si estoy aqui si te hablo emocionado... sí...
si estoy alucinado... si estoy alucinado...
Yo, como estás, pregunta estupida.
a mi el amarte, me vuelve previsible.
hablo poco, es extraño, voy muy lento
es el viento es el tiempo es el fuego,
perdona si te amo, si nos encontramos
hace mes o poco másssssssss...
Perdona si no hablo bajo, si no lo grito, muero
te he dicho ya que te amo, perdona si me rio
por mi desasosiego, te miro fijo y tiemblo,
sólo con tenerte al lado, sentirme entre tus brazos
si estoy aqui te hablo emocionado.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El frío se hacia parte de nuestra piel, la lluvia se estrellaba en la ventana, sin darme cuenta ella estaba entre mis sabanas, abrazándome sutilmente buscando q la calentara, sus orejas yo besaba, su cuello yo tentaba, mis manos se refugiaban en sus partes mas delicadas, la tormenta afuera aumentaba, la intensidad entre estas sabanas ...se notaba a medida q ella se entregaba, a medida q mis labios la recorrían

Yo sentía sus manos buscando abrigo dentro de mi ropa, rozando con sutileza entre mi boxer y mis pantalones, ella sonreía, con su cara de picardía los labios se mordía, la lluvia afuera caía, mientras aquí adentro sentía como de su cuerpo las gotas lubricaban mis dedos, ella gimiendo, apretando sus piernas para controlar el deseo, mis manos recorriendo el interior de su cuerpo penetrando suavemente, primero con un dedo luego con otro aumentando si deseo

La lluvia parecía marcar el ritmo, las gotas empapando su ropa interior mientras rozaba mi pantalón, ese baile sin igual que con sus caderas le daban velocidad, veía como en su ropa interior se marcaba la húmeda de su lubricación y ella no lo pensó para quitarme el pantalón, su cachetero y mi boxer se encontraban rozándose a su ritmo sus senos en mi pecho con sus pezones victimas del frío, mis manos en sus glúteos con fuerza para que sintiera mas mis ganas, nuestras bocas que danzaban en un tímido beso que poco a poco aumentaba, recorriendo nuestras bocas con nuestras lenguas perversas.

Se quitaba de mi quitándome el boxer, lamiendo mis piernas y con su boca jugando como una niña probando un dulce de paleta, sentía como su garganta recorría entera, a punto de explotar ella aumentaba la intensidad lamiendo, besando, succionando con mas fuerza, pude ver su boca llena, me dio un poco de pena pero veía como dejaba que cayera sobre sus senos, usando uno para rozar el otro, guiñándome un ojo, se levantaba hacia el baño buscando para limpiarse, yo de sorpresa la tomaba y sus senos presionaba con mi mano, de nuevo con mis dedos penetrando su cuerpo, mientras por detrás sentía mis ganas entre sus glúteos, le besaba el cuerpo, recorría su espalda de terciopelo, quizás por el frío quizás por el deseo.

La coloque contra el espejo, su aliento empañaba el reflejo, gritaba pidiendo que la hiciera mía por completo, sus manos sostenía para que no hiciera esfuerzo, despacio fui vulnerando su cuerpo, cuando sintió que iba penetrando lanzo un suspiro, como un orgasmo adelantado, jadeando al punto del colapso, sentía como sus piernas se estaban empapando del néctar sagrado que de su cuerpo estaba brotando.

La cargue, sujetada por sus glúteos, mientras la penetraba ella mordía mis labios, mi espalda con sus uñas marcaba, contra la pared la recostaba, y con fuerza sentía que era parte de ella, sus senos mordía con mis labios, y su cuello marcaba con mi aliento, la lleve a la cama y con sus piernas me amarraba, de mi cuello se sujetaba mientras con intensidad constantemente la penetraba, ella me detuvo estaba agotada, se puso en cuatro como para agarrar aire pero despacio empecé con mis labios a provocarla, mi lengua la recorría por dentro mientras mordía con mis labios el punto exacto ella gritaba, sentía como contorsionaba su espalda, el deseo le ganaba sus manos apretaban las sabanas con una fuerza sobre humana, de su boca caían gotas ya no se controlaba, rozaba mi piel contra su vagina empapada y de nuevo la penetraba, sujetaba su largo cabello y levantaba su cara, me ponía sobre ella besando suavemente su espalda, me senté al borde de la cama, ella sobre mi se penetraba, me daba la espalda y se movía como una fiera insaciable, se inclinaba hacia delante, con sus manos en el suelo, yo veía sus glúteos chocando con fuerza contra mis muslos, se voltio con habilidad sin dejar de penetrar, me sujeto por los hombros y me recosto sobre la cama.

Sus senos con rabia agarraba, mientras movía las caderas la fuerza de la tormenta afuera aumentaba cada trueno que sonaba era razón para excitarla, la fuerza de la pasión al ritmo de la lluvia se marcaba, no quería calma ella solo gritaba, de arriba hacia abajo, con movimientos circulares, sus dedos haciendo un puente y ella jadeando dulcemente, un relámpago ilumina la habitación y ella sucumbía ante un orgasmo de excitación que con presión nos separaba, que dejaba mancha en esas sabanas, sobre mi pecho terminaba agotada, tan sumisa, tan entregada, la lluvia poco a poco mermaba…mientras yo decía que la amaba, ella me con fuerza me abrazaba, nuestros cuerpos se calentaron, nuestra piel lo disfrutaba, nuestros deseos nos controlaron y nuestras almas gozaron de ese momento apasionado